Esta semana vamos a hablaros de la joya peruana por excelencia: Machu Picchu. Nuestra visita a las ruinas era uno de los momentos más esperados de nuestro viaje. Y es que es difícil organizar un viaje a Perú sin pasar por el lugar más famoso del país.
Estas ruinas en lo alto de una montaña están llenas de misterio y rodeadas de un paisaje que iguala su belleza: montañas verdes y escarpadas que dan paso a un valle que, desde lo alto, se ve muy, muy lejos. Así que tras varios días de periplo por tierras peruanas, nos dispusimos a hacer la visita que tanto soñábamos.
✅ Consulta los posts con nuestras visitas en Perú:
- Qué hacer en Lima en un día
- Qué ver en Cuzco
- Visita al Valle Sagrado de los Incas
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- Reserva Nacional de Paracas
Qué encontrarás en este post:
Cómo llegar a Machu Picchu
Tal y como explicamos en el post sobre el Valle Sagrado, para poder subir a la ciudadela tomamos un tren en Ollantaytambo que nos llevó a Aguas Calientes, donde teníamos reservado el alojamiento. En el tren no permitían llevar grandes maletas, solamente mochilas de mano de pequeñas dimensiones. Por esta razón nos aconsejaron dejar el equipaje en Cuzco, a donde volveríamos después, y transportar solamente lo necesario para pocos días.
Por la mañana temprano tomamos uno de los autobuses que conectan el pueblo con las ruinas ya desde primeras horas de la mañana. Había cola, por lo que lo mejor es llegar lo antes posible para evitar retrasos.
✅ Consulta nuestro post sobre el Valle Sagrado de los incas.
Comprar entradas para Machu Picchu
El boleto para entrar en las ruinas era nominal y con fecha de acceso, por lo que tuvimos que llevar nuestra identificación para la comprobación (es esencial llevarla porque de lo contrario no se puede acceder al recinto). Hay que tener en cuenta que existe un cupo limitado y turnos definidos para visitar las ruinas, por lo que es importante planificarlo con antelación para evitar sorpresas.
✍ Para conocer las condiciones de acceso y comprar los boletos, visita esta página.
Consejo viajero: Hay un pequeño espacio justo a la entrada del recinto donde es posible sellar el pasaporte, por lo que puedes llevarte un sello conmemorativo de Machu Picchu.
De Machu Picchu no solo llaman la atención las ruinas: lo más impresionante si cabe es el entorno en el que se ubican, rodeado de montañas y frondosa vegetación, con el valle del Urubamba y las vías del tren a sus pies, al fondo de un altísimo acantilado.
Qué ver en Machu Picchu

La ciudadela puede dividirse en tres sectores distintos: el sector agrícola, justo a la entrada; el sector sagrado, al lado izquierdo; y el sector civil, en el lado derecho.
Sector agrícola de Machu Picchu
El sector agrícola se encuentra nada más pasar la entrada y está formado por enormes terrazas de cultivo. Desde ahí se tiene una vista estupenda del conjunto y muchos viajeros aprovechan para sacar la foto más memorable del recinto.

Consejo viajero: La típica foto de postal en la que se ven las ruinas con Huayna Picchu al fondo se puede conseguir desde el sector agrícola.
Sector Sagrado de Machu Picchu
Siguiendo hacia delante llegamos al sector sagrado, donde nos encontramos edificaciones interesantes como el Templo del Sol, de planta semicircular, o el Templo de las Tres Ventanas, otra de las construcciones icónicas del complejo. También podemos observar el Intihuatana, una formación monolítica que se cree tenía la función de calendario astronómico.



Sector civil de la ciudadela
Pasando la Plaza Central llegamos al otro sector urbano, donde encontraremos elementos como la enorme Roca Sagrada o el Templo del Cóndor, donde se puede apreciar la figura de esta ave.

Rutas en Machu Picchu
Desde Machu Picchu es posible realizar caminatas por distintos senderos con dificultades variables. Algunas de las que se pueden hacer son las siguientes:
Subida a Huayna Picchu
El sendero más conocido es la ruta que lleva hasta Huayna Picchu, la montaña que aparece tras las ruinas en la mayoría de las fotos. Es un camino empinado y complicado si padeces de vértigo, aunque dicen que las vistas desde arriba son fantásticas. Para poder acceder era necesario adquirir un boleto adicional con antelación, además de que la visita solo estaba permitida a determinadas horas en dos tandas de 200 personas como máximo. Nosotros optamos por hacer una ruta diferente, que es la que describimos a continuación.

Subida a Inti Punku o Puerta del Sol
Después de nuestra visita a las ruinas subimos hasta Inti Punku o Puerta del Sol. La ruta se puede completar en aproximadamente una hora en cada dirección y te lleva hasta el que fue el principal punto de entrada a la ciudadela, a aproximadamente 2700 metros de altitud. Las vistas desde lo alto son asombrosas.



Consejos prácticos para visitar la ciudadela
- El clima en Machu Picchu es muy cambiante, por lo que siempre es recomendable llevar un chubasquero guardado en la mochila.
- Es posible que en determinados períodos las nubes impidan apreciar el conjunto y la visibilidad sea reducida debido al clima cambiante y a la altitud.
- Aunque Machu Picchu está a una altitud bastante menor que Cuzco también es posible que el mal de altura aparezca, por lo que, si no se estuvo los días anteriores a gran altitud, es importante tomarse un tiempo para la aclimatación y que así el soroche no te estropee la visita.
- Es recomendable el uso de protector solar y repelente para los mosquitos.