Tomás y yo somos seres inquietos, por lo que estar cerca de una frontera nos supone una tentación muy grande. Aprovechando nuestra visita a Abisko durante nuestro recorrido por Suecia para ver auroras boreales y su cercanía con la frontera con Noruega, contratamos una furgoneta en el albergue que nos llevó hasta la localidad de Narvik. A pesar de la poca distancia en coche, esta ciudad está situada en la costa del mar de Noruega. El camino para llegar a Narvik desde Abisko ofrece la oportunidad de disfrutar de Ofotjord, su fiordo, y de la convulsa historia de la región.

Tren: Existe un tren desde Kiruna, que pasa por Abisko y llega a Narvik. También se puede llegar desde Boden, aunque el trayecto es bastante largo. Hay que tener en cuenta que se atraviesa la frontera con Suecia.
Coche: la carretera que llega a Narvik por Noruega es la E6. Si estáis en Kiruna, Suecia, la carretera que tendréis que tomar es la E10, y el trayecto dura algo más de dos horas.
Avión: el Aeropuerto de Harstad/Narvik se encuentra a hora y media en coche y tiene conexión con varias ciudades de Noruega. Hay servicio de autobús.
Qué encontrarás en este post:
Excursión a Narvik desde Abisko
Salimos de nuestro hostel bordeando el maravilloso lago Torneträsk. Ya al cruzar la frontera de Noruega empezamos a ver pequeños cambios en el paisaje, pues empiezan a aparecer pequeñas casitas diseminadas por el campo que aportan un aire de entorno idílico. Como nosotros fuimos en septiembre, pudimos disfrutar de una Laponia que todavía no estaba cubierta por la nieve. Y es que una de las cosas que ver cerca de Narvik más bonitas es, precisamente, el paisaje lapón. Justo antes de cambiar de país pasamos junto a Riksgränsen, la estación de esquí que hace frontera con Noruega.
Campo de prisioneros de Øvre Jernvann
Nuestra primera parada en el camino fue en el lugar donde una vez se situó el campo de prisioneros de Øvre Jernvann, durante la Segunda Guerra Mundial. Esta es una de las cosas más impactantes que ver en Narvik. Aquí retuvieron a 588 prisioneros yugoslavos procedentes del campo de prisioneros de Beisfjord desde el 20 de julio al 25 de agosto de 1942. 242 de ellos murieron asesinados, de hambre o por enfermedad durante este periodo en Øvre Jernvann. Previamente, en Beisfjord habían asesinado a los 287 prisioneros que habían permanecido allí por padecer, supuestamente, un brote de tifus.

Øvre Jernvann
De todos los fallecidos durante este periodo, 146 cuerpos siguen enterrados en el terreno, pues no fueron recuperados. El apacible paisaje que se observa en la actualidad es, en realidad, un enorme cementerio. Hoy en día existe una placa conmemorativa que recuerda a los visitantes la truculenta historia del lugar.
Si os interesa la historia y queréis saber más sobre lo sucedido durante la guerra, podéis visitar el Museo de la Guerra de Narvik.
Qué ver en Narvik: Ofotfjord
Seguimos avanzando hasta visualizar por fin el fiordo de Narvik, por cuyas orillas se extiende un espeso bosque. Cuando fuimos nosotros en septiembre de 2018 todavía no se había inaugurado el puente de Halogaland, que a día de hoy es el mayor puente colgante situado en el círculo polar ártico y en diciembre de 2018 se convirtió en parte de la ruta desde Abisko hacia Narvik. En su lugar, nosotros cruzamos por el puente de Rombak, más pequeño y que hoy en día ha sido relegado a un lugar secundario.

A lo largo del fiordo de Narvik hay pequeñas playas de piedras en las que se puede disfrutar del entorno. Cuando por fin llegamos a la playa, nos detuvimos para apreciar el fantástico paisaje típico del norte de Noruega y de sus fiordos. Con casi 80 km de longitud y más de 550 m de profundidad, este fiordo es el más grande de la provincia de Norland.
La belleza de Ofotjord radica en su entorno, puesto que el escenario está rodeado de montañas. En invierno es posible observar orcas en la región, que llegan atraídas por los bancos de arenques. Durante la Segunda Guerra Mundial, Narvik fue testigo de varias batallas que dejaron pecios hundidos en la bahía. El fiordo es uno de los entornos naturales más bellos que visitar en Narvik.

Qué hacer en Narvik
La ciudad de Narvik no solo tiene relevancia histórica por sus batallas durante la Segunda Guerra, sino que su importancia radica en su ubicación estratégica. Este es el lugar de destino de los larguísimos trenes que atraviesan cada día Abisko desde Kiruna cargados con toneladas de hierro, puesto que Narvik constituye un puerto clave para el transporte marítimo del material extraído de la mina.

Desde lo alto se observan los gigantescos cargueros que esperan la llegada de los trenes para emprender su viaje.

Tras disfrutar del paisaje nos dirigimos a Fiskehallen, el mercado de pescado de la ciudad, donde descubrimos la gran variedad de pescado a la venta, incluidos unos gigantescos toros de fletán que nos dejaron impresionados… Y sí, también carne de ballena envasada como si fuera cualquier otro tipo de embutido o producto cárnico.

Alternativas en los alrededores
Existen planes alternativos que hacer cerca de Narvik y que nosotros no pudimos experimentar por falta de tiempo. Os dejamos aquí algunos:
- Narvik cuenta con una estación de esquí, Narvikfjellet, para los aficionados a los deportes de invierno.
- En verano es posible disfrutar del sol de medianoche desde lo alto gracias al teleférico de Narvik, que sube a Narvikfjellet y permite disfrutar de las vistas de la ciudad desde lo alto. En invierno, el sol de medianoche da paso a la aurora boreal.
- El recorrido en tren de la línea Ofoten, que atraviesa la frontera con Suecia y va hasta Kiruna, recorre el espectacular paisaje de Laponia y permite conocer de primera mano las características de la región.
Cuando organizamos nuestro viaje a Suecia no valoramos cruzar la frontera con Noruega, pero una vez que tuvimos la oportunidad la aprovechamos para aprender un poco de historia y, sin duda, Narvik es un lugar adecuado para ello.
✅ Consulta aquí la lista de posts de nuestro viaje por Suecia, con paradas en Dinamarca y Noruega: