En nuestra visita a Port Douglas hicimos una nueva incursión en la Gran Barrera de Coral de Australia, puesto que nos habían comentado que hay diferencia entre una zona y otra.
Tras nuestra primera experiencia en el arrecife de Cairns íbamos con algo de aprensión, puesto que, como ya comentamos, nos pareció que el lugar estaba muy masificado, pero ya teníamos la excursión adquirida de antemano, por lo que allá fuimos de nuevo.
✅ Consulta aquí nuestra experiencia en la Gran Barrera de Coral en Cairns.
Excursion al arrecife de coral desde Port Douglas
Aunque también había bastante movimiento en el puerto deportivo, no había, ni de lejos, tantos turistas como en Cairns, ni tantos barcos a la espera. Se notaba que la gente se suele quedar en Cairns porque es el principal punto de entrada por avión. Como el barco que nos llevó era del mismo grupo que el de Cairns, el proceso de recogida de billetes, embarque, comida y procedimientos dentro del barco fue igual que el que os relatamos en el otro post.
Tampoco podía faltar la ballena jorobada de rigor en el camino, esta vez muy cerca del barco, por lo que obtuvimos unas imágenes muy bonitas. Hay que recordar que durante el invierno australiano se produce una gran migración de ballenas jorobadas desde la Antártida hasta tierras más cálidas para reproducirse, de ahí la gran cantidad de ballenas en la región, pues la zona se considera una “autopista migratoria”.
Arrecife desde Port Douglas: nuestra experiencia
Como la vez anterior en Cairns, tras un trayecto de aproximadamente una hora realizamos tres inmersiones diferentes, cada una con una duración de entre una hora y hora y media. Este día hacía algo más de viento, por lo que las condiciones en el agua no eran tan apacibles y al salir se notaba algo de frío.
Aunque entre la primera y la segunda inmersión sí tuve que quitarme el dichoso traje de licra empapado para poder ir a comer en la zona de asientos, en el último intervalo entre inmersiones opté por tumbarme al sol en la cubierta con la licra puesta, porque sabía que, si me quitaba aquel traje infernal empapado, no me lo volvería a poner. Y eso hubiera supuesto no saltar al agua, porque no tenía pensado arriesgarme a recibir una picadura de medusa (recordemos que aquí las medusas pueden ser muy venenosas).
Zona de snorquel en el arrecife: Agincourt Reef
La zona del arrecife que visitamos en esta ocasión fue Agincourt Reef, justo en la barrera exterior y en el límite de la placa continental australiana. En efecto, el paisaje submarino era diferente al que observamos en la zona de Cairns.
En esta ocasión nos encontramos con suelos arenosos y altas paredes coralinas, con lo que era mucho más sencillo observar la vida marina rodeándolas. Tal vez, por este motivo, en esta ocasión no vimos a nadie sujetándose en los corales. Claro que también pudo influir que el monitor, en esta ocasión, avisó de que al primero que viese subiéndose a los corales, lo sacaba inmediatamente del agua…
Esta vez también nos encontramos a los viejos conocidos, como el pez loro, el pez payaso o las almejas gigantes, y a nuevas caras como el pez trompeta o una medusa enorme (al final, resulta que sí había medusas).
¿Barrera de coral en Port Douglas o Cairns?
Aunque son experiencias similares, hay diferencias notables. La primera es que en Port Douglas tuvimos mucha menos sensación de abarrotamiento, de exceso de gente. Seguramente es porque todo el mundo se queda en Cairns, que tiene un acceso más sencillo en avión. Por esta razón también, nos pareció que era más fácil controlar que los visitantes no tocasen los corales.
El paisaje en el agua también es distinto, por lo que no tuvimos la sensación de estar repitiendo excursión. Los dos lugares nos parecieron espectaculares. Si tuviésemos que elegir uno, tal vez nos quedaríamos con Port Douglas porque nos pareció que todavía no está tan masificado. Aunque todo se andará… Como ya dijimos con anterioridad, creemos que es necesario restringir el número de visitantes a estos lugares para que no se deterioren.
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Consejo práctico: si vas a utilizar protector solar, asegúrate de que adquieres uno que sea biodegradable y respetuoso con los corales. ¡Consulta nuestro post sobre snorkel responsable!
