Nuestro tercer y último viaje por las Aldeas Históricas de Portugal nos llevó en primer lugar a Idanha-a-Velha, un pueblecito que se alza donde antes hubo una ciudad romana y posteriormente una sede episcopal bajo dominio suevo y visigótico.

Fue conquistada por los musulmanes y reconquistada en el siglo XII por los cristianos. Todo ello se nota en su historia, labrada en la piedra de sus construcciones.
Idanha-a-Velha tiene un encanto muy particular, gracias a sus pequeñas placitas rodeadas de casas de piedra con pequeños ventanales. El pueblo todavía está lleno de vida, con sus habitantes ocupados en sus quehaceres diarios y una nutrida colonia de gatos que descansan al sol junto a las puertas de las casas.
Capilla de São Sebastião

En la entrada del pueblo, justo tras dejar el aparcamiento, encontramos los restos de la capilla de São Sebastião, hoy en día bastante deteriorada. Fue construida en el siglo XVII y en el siglo XX se convirtió en museo privado, aunque hoy está cubierta de plásticos y no tiene buen aspecto.
Puerta Norte de la Muralla
El primer elemento relevante que encontramos en Idanha-a-Velha es la puerta norte de la muralla. Hoy en día la puerta no da acceso a ningún sitio, ya que al otro lado te encuentras un muro, pero sí es posible subir a la parte superior de la muralla y recorrer un tramo.

La Puerta Norte contaba con una torre a cada lado.
La muralla fue levantada con elementos reaprovechados y cuenta con varias torres a lo largo de su trazado. Data de la Antigüedad Tardía.
Iglesia Matriz, antigua Iglesia de la Misericordia
En el centro de Idalha-a-Velha se encuentra la pequeña Iglesia Matriz, que fue antiguamente la Capilla de la Misericordia. Su promoción a Iglesia Matriz se produjo en el siglo XIX porque la iglesia de Santa María quedó en ruinas y pasó a ser un cementerio.

Es una iglesia pequeñita, de una sola nave, que data del siglo XVI aproximadamente. Nos llamó la atención la decoración de las piedras que conforman el arco que rodea la puerta de entrada.
Tal vez lo que más nos gustó fue su campanario adosado a la fachada, casi tan grande como la propia iglesia, que tiene una escalera abierta por la que se puede subir y en el que anidan las cigüeñas.

Aunque nosotros no pudimos entrar porque estaba cerrada, parece ser que el edificio sufrió remodelaciones recientes que transformaron su aspecto, eliminando sus trazos antiguos.
Pelourinho

En la plaza frente a la iglesia se encuentra el pelourinho, uno de los elementos más típicos de las Aldeas Históricas de Portugal y los pequeños pueblos portugueses en general. En la misma plaza hay también un pequeño bar que sirve comidas, Casa da Amoreira, en el que te recomendamos que te tomes algo en la terraza, para respirar la vida del pueblo.
Lagar de aceite

Uno de los elementos más bonitos de Idanha-a-Velha es su espectacular lagar para aceite. Se trata de una edificación del siglo XIX que alberga los elementos necesarios para la prensa y extracción mecánica de aceite. Unos gigantescos troncos de árbol encajados en unos tornillos enormes se empleaban para hacer el prensado de las frutas.
Hay una zona de molienda con barreños junto a las paredes, una zona para prensado y decantación y una sala para guardar los residuos sólidos que se producían durante el prensado.

En el edificio anexo, donde hoy está la oficina de turismo, se alojaban los trabajadores y los animales de tiro empleados. Hoy en día es posible acceder a las instalaciones del lagar desde la propia oficina de turismo, que hace las veces de entrada del museo.
Archivo Epigráfico
Tal vez lo que menos esperábamos encontrar en Idanha-a-Velha era el completísimo archivo epigráfico con lápidas romanas recogidas durante excavaciones arqueológicas en el pueblo.

Está situado junto a la oficina de turismo y es una estructura metálica a modo de pasarela con lápidas e inscripciones a ambos lados, de forma que puedes recorrer su interior observando las escrituras.
Hay expuestas unas 86 piezas y, aunque había pantallas interactivas, cuando nosotros fuimos no funcionaban, por lo que no sabemos si estaban estropeadas, o simplemente apagadas.
Antigua casa romana
Aunque está muy escondida bajo la explanada que alberga el Archivo Epigráfico, en Idanha-a-Velha han excavado los restos de una antigua casa romana encontrada durante la construcción del archivo.

Era una vivienda urbana de finales del siglo I d.C., que desapareció cuando se construyó la muralla justo al lado.
Se cree que la parte que podemos ver era parte del atrio de la vivienda, que contaba con una abertura para dejar pasar la luz y la lluvia, que se acumulaba en un tanque que tenía columnas que a su vez sujetaban el tejado.
Puerta Sur
Aquí al lado de la casa romana se encuentra la Puerta Sur de la Muralla, también conocida como Puerta del río Ponsul.
Data de 1960, al igual que el tramo de muralla en el que se encuentra. Se creía que aquí existía anteriormente una puerta romana, aunque no se ha encontrado nada durante las excavaciones realizadas, por lo que se ha demostrado que no es cierto. Lo que había aquí era una poterna, es decir, una puerta menor por la que solo podían pasar peatones.
Poldras o pasos sobre el río

Si te apetece un poco de entretenimiento, te aconsejamos que salgas por la Puerta Sur hasta las Poldras, antiguos pasos de piedra que permitían cruzar el río cuando no había puente.
Para cruzar el río, no tienes más que saltar de bloque de piedra en bloque de piedra, dejando que el agua pase bajo tus pies hasta llegar a la otra orilla.
Este sistema era muy habitual en la antigüedad. Nosotros ya hemos visto varias parecidas en lugares como Chaves, también el Portugal, y cerca de Mondariz, en Galicia.
Las poldras de Idanha-a-Velha son particulares porque los 43 bloques de piedra pertenecen a antiguas construcciones de la época romana y cruzan un tramo de unos 50 metros.
Al otro lado del río hay una fuente llamada Fonte do Arco o Fonte de El-Rei, aunque nosotros no nos atrevimos a cruzar porque los pasos estaban demasiado separados para nuestro gusto…
Gran Encina (Azinheira Grande)

También fuera de las murallas, o más bien sobre el muro, hay una enorme encina centenaria que parece que se está tragando las piedras con sus raíces, un poco al estilo de los templos camboyanos de Ta Prohm.
Puente Viejo (Ponte Velha)
Si seguimos rodeando Idanha-a-Velha por fuera de la muralla llegamos al Puente Viejo. Como suele pasar, distintas fuentes intentan datar el puente en épocas romanas o medievales, aunque no se sabe a ciencia cierta cuándo fue construido.

Este puente sobre el río Ponsul tiene tres pilares triangulares y cuatro arcos, y llama la atención porque su trazado es curvo. Sufrió varias modificaciones a lo largo de los años, por lo que es prácticamente imposible saber en qué época fue construido. Sí se sabe que está en el trazado de la antigua vía que unía Mérida con Braga.
Iglesia de Santa María

De vuelta al interior del recinto amurallado por la Puerta Sur, podemos visitar la Iglesia de Santa Maria, la Sé de Idanha-a-Velha. Es una iglesia muy peculiar, con orígenes inciertos: se dice que podría ser visigótica, mozárabe o islámica, aunque es difícil saberlo por las numerosas reformas realizadas en época medieval.
La iglesia de Santa Maria fue la anterior Iglesia Matriz y posteriormente un cementerio. Hoy en día es posible entrar, aunque su interior se encuentra en obras.

Alrededor de la Iglesia de Santa Maria se llevaron a cabo diversas excavaciones entre 1950 y 1970. Se cree que los restos encontrados pertenecían al Palacio Episcopal, de época sueva y visigoda, aunque es una teoría controvertida por el propio origen confuso de la iglesia.
Casa Marrocos

Por detrás de la Iglesia de Santa María se ve la considerable edificación conocida como Casa Marrocos. Es una vivienda señorial del siglo XX, con un aspecto cuando menos peculiar que en realidad no pega nada en el corazón de la aldea.
Perteneció a una de las familias más importantes de la región y el conjunto lo componen varias construcciones y patios en un solo recinto cerrado, por lo que su tamaño es importante en comparación que los edificios que la rodean.
Torre del Homenaje

El último elemento que visitamos en Idanha-a-Velha fue su Torre del Homenaje, que perteneció a un castillo templario. A su alrededor había un patio y la entrada se hacía por una puerta en el segundo piso.
Se cree que esta torre fue construida en el mismo lugar en el que se encontraba el foro romano de la villa, sobre el podio de un edificio o templo del que todavía se pueden apreciar restos en la zona.

Dónde está Idanha-a-Velha
Esta Aldea Histórica de Portugal se encuentra cercana a la frontera con España, casi a la altura de Monfragüe. Está relativamente cerca de pueblos más grandes como Guarda o Castelo Branco y se sitúa al este de la Serra da Estrela.
Para llegar tendrás que hacerlo en coche. Hay un aparcamiento justo fuera de la aldea, a poca distancia de la Puerta Norte de la muralla, y las carreteras están en buen estado.
Qué ver en los alrededores
Puedes hacer como nosotros y visitar otras dos Aldeas Históricas cercanas en un mismo viaje. Nosotros visitamos primero Idanha-a-Velha, después fuimos a Monsanto, a solo 15 kilómetros, y acabamos el viaje visitando Castelo Novo, a 46 kilómetros de aquí.
Te dejo aquí la lista de todas las Aldeas Históricas de Portugal:
- Almeida
- Castelo Rodrigo
- Marialva
- Belmonte
- Castelo Mendo
- Castelo Novo
- Idanha-a-Velha
- Linhares da Beira
- Monsanto
- Piodao
- Sortelha
- Trancoso
Si tienes tiempo también puedes acercarte a Sabugal, que cuenta con un castillo impresionante del que hablaremos en breve también.
Dónde dormir
Durante nuestro viaje por estas tres Aldeas Históricas de Portugal optamos por dormir en un pueblecito intermedio, Aldeia de João Pires. Resultó ser un lugar encantador, con un restaurante con comida bastante rica, el Café Bar a Fonte.
Nosotros nos alojamos en una pequeña casa restaurada, llamada Casa D´São Miguel, justo frente a la capilla con el mismo nombre. La verdad es que nos gustó mucho el pueblo y el alojamiento.