Tras haber hecho una ruta por el resto de Aldeas Históricas de Portugal, Castelo Novo era la última que nos quedaba. Nos sorprendió por su bonito castillo y por algunos elementos peculiares del pueblo, que lo hacen único y original.

Castelo Novo está situado en la Serra da Gardunha y adorna el paisaje con sus bonitas casas de granito y sus calles adoquinadas. En los alrededores, los cerezos de la región de Fundão lo convierten en un jardín en flor durante la primavera.
Chafariz D’El Rey

A la entrada del pueblo, nada más dejar el coche junto al restaurante local, nos encontramos el Chafariz D’El Rey. Tiene dos caños y muestra las armas del rey Dinis. Está datado en el siglo XIV.
Largo da Bica

Entramos a nuestra última Aldea Histórica de Portugal por una bonita plaza adoquinada con una fuente espectacular al fondo y rodeada de casas de piedra.
En esta plaza se ubica la oficina de turismo, en donde nos hicieron algunas recomendaciones sobre cómo visitar el pueblo y qué ver en los alrededores.
Chafariz da Bica

Al fondo de la plaza se encuentra esta fuente espectacular, del siglo XVIII. Si el Chafariz D’El Rey tenía las armas de Dinis, en este caso aparece el blasón de D. João V. La fuente está rematada en su parte más alta por una cruz y, a pesar de su tamaño, tiene un solo caño de agua.
Iglesia Matriz de Castelo Novo

Decidimos hacer caso a las recomendaciones que nos dieron en la oficina de turismo y comenzamos a subir hacia el castillo por la calle del lado opuesto al Chafariz da Bica, la Rua da Gardunha, hasta llegar a la Iglesia Matriz. Así pudimos callejear por el pueblo, rodeados de casas bajitas y adoquines.
En la parte alta del pueblo llegamos a la Iglesia Matriz o Iglesia de Nossa Senhora da Graça, de 1732, aunque no pudimos entrar porque estaba cerrada. Tiene una sola nave, es de pequeño tamaño y sus paredes están pintadas de blanco, con las columnas en piedra.
Castillo de Castelo Novo

Junto a la Iglesia Matriz, al otro lado del Largo do Adro, se encuentra el castillo de Castelo Novo, encuadrado en un montículo rocoso. Podemos subir hasta la parte alta gracias a un conjunto de pasarelas metálicas instaladas en la roca, que dan acceso a la torre del reloj y a la torre del homenaje. Desde aquí se tienen las mejores vistas del pueblo, así como de sus alrededores.
Este castillo, como muchos de la zona, se construyó como método de defensa de la frontera cercana. La historia del castillo se remonta a 1202, cuando Sancho I autorizó al alcaide Pedro Guterres a construir el castillo, que después pasaría a manos de los Templarios.
El castillo de Castelo Novo perteneció a la orden hasta el siglo XIV, cuando desaparecieron. Pasó después a manos de la Orden de Cristo, en 1319.

A mediados del siglo XV se construyó el palacio del comendador anexo a la torre del homenaje, y posteriormente la fortaleza entró en fase de decadencia, cayendo en el abandono a partir del siglo XVI.
Del castillo quedan restos de la muralla de principios del siglo XIII y otros restos de la muralla de la segunda mitad del siglo XV, cuando se reconstruyó la fortaleza.
Torre del Reloj

Dentro del recinto también se conserva una torre de mitad del siglo XV que funcionaba como torre de vigilancia, anexa a uno de los extremos de la muralla. Es posible acceder a la torre por una pasarela metálica, aunque, por lo menos cuando nosotros fuimos, estaba cerrada.
Torre del Homenaje
Como todo castillo que se precie, lo que más llama la atención en el de Castelo Novo es la torre del homenaje. Se construyó en 1205 y es de planta cuadrangular, aunque pasó por varias reformas, incluida una en el siglo XV, cuando se incorporó la torre del homenaje al palacio del comendador.
Capilla de Santo Antonio

Si empezamos de nuevo a descender por el pueblo, muy cerquita del castillo encontramos esta capilla diminuta, de la segunda mitad del siglo XVI. Es una estructura adosada, con una sola nave y una enorme puerta de madera como único adorno en la fachada.
Lagar de Castelo Novo

Este fue uno de los elementos que nos pareció más curioso en Castelo Novo: un lagar para el vino en el medio del pueblo, excavado directamente en una gran roca. Consta de dos vasos: en uno se pisaba la uva y en el otro se recogía el mosto. La verdad es que no sabemos si todavía se utiliza, pero nos pareció todo un símbolo de uso comunitario.
Antigua Casa da Câmara
Después del castillo, tal vez el lugar más monumental del pueblo sea la plaza donde se encuentra la Antigua Casa da Câmara (Ayuntamiento). En esta plaza hay una fuente preciosa, una picota y el edifico de la Casa da Câmara, de dos pisos, construido alrededor de 1290. Destacan las armas reales en la fachada.
Hoy en día ya no tiene función administrativa, ya que en 1835 Castelo Novo dejó de ser ayuntamiento propio.

Fuente de D. João V
Justo enfrente del edificio está esta fuente de piedra que tiene tres caños. Está muy decorada, con un escudo de armas en la parte frontal.
Picota de Castelo Novo
Este elemento que tan habitual es en los pueblecitos de Portugal data de 1500 aproximadamente.
Iglesia de la Misericordia

Algo más abajo encontramos otra pequeña iglesia, esta vez de la segunda mitad del siglo XVII. De nuevo, no pudimos entrar porque estaba cerrada, así que nos quedamos un rato en la plaza frente a la iglesia, con un espectacular árbol en pleno apogeo primaveral.
Qué ver en los alrededores de Castelo Novo
Si estás haciendo una ruta por las Aldeas Históricas de Portugal, las dos más cercanas son Idanha-a-Velha y Monsanto, ambas a menos de cincuenta kilómetros de Castelo Novo. Es factible ver las tres en un solo fin de semana.
Consulta también nuestros artículos sobre las demás Aldeas Históricas de Portugal:
- Almeida
- Castelo Rodrigo
- Marialva
- Belmonte
- Castelo Mendo
- Castelo Novo
- Idanha-a-Velha
- Linhares da Beira
- Monsanto
- Piodão
- Sortelha
- Trancoso
Si visitas a Castelo Novo en primavera, también puedes ir hasta Fundão y ver los cerezos en flor, un espectáculo muy parecido al del Valle del Jerte, al otro lado de la frontera. Nosotros llegamos algo temprano y los cerezos todavía estaban floreciendo, pero ya estaban abiertas las rutas guiadas por la región. En Fundão se encuentra la Casa da Cereja, un museo dedicado al producto estrella de la zona.
Dónde dormir
Nosotros no dormimos en ninguna de las tres aldeas históricas que visitamos ese fin de semana, porque nos salía bastante caro. En su lugar, optamos por un pueblecito llamado Aldeia de João Pires, en una casa para nosotros solos, la Casa D´São Miguel. Sin dudarlo, repetiríamos. El pueblo tiene además un restaurante con comida muy rica, por lo que se puede cenar allí, y un ambiente muy tranquilo por las noches.
Muy útil la información!
Gracias!