Nuestra última parada en Australia, antes de emprender el camino de vuelta a casa, fue Melbourne. A la ciudad en sí misma le dedicamos muy poquito tiempo, puesto que la empleamos como punto de partida de la Great Ocean Road, pero el poquito tiempo que tuvimos allí tratamos de ver lo máximo posible. Por eso hemos elaborado esta guía para enseñaros qué ver en Melbourne si tenéis poco tiempo en la ciudad. Nos hemos centrado en dos barrios: St. Kilda y el centro.

Qué ver en Melbourne en un día
Llegamos a Melbourne desde Cairns, tras un agotador vuelo de tres horas y media que nos permitió ver tanto la Gran Barrera de Coral desde el aire, como el impresionante y desolador paisaje del outback australiano.

La sensación que nos transmitió Melbourne, sobre todo su zona centro, fue completamente distinta a Sídney. Si tuviésemos que decirlo de alguna forma, nos pareció más frío. Nos llamó mucho la atención que encontramos muchas personas sin hogar durmiendo a las puertas de supermercados del centro y de St. Kilda. Eso, unido a que era nuestro último tramo del viaje por Australia, nos dejó una sensación de tristeza.
✅ Puedes ver aquí nuestra ruta por Australia en 15 días.
En total tuvimos aproximadamente un día completo en Melbourne, contando ratos y medias jornadas. Y es que, como habréis podido comprobar en nuestra ruta por Australia, las ciudades no eran nuestra prioridad, ya que el nuestro fue un viaje de naturaleza.

Qué ver en Melbourne: barrio de St. Kilda
St. Kilda es la zona hípster de Melbourne. Esta zona de la ciudad, que un día fue el barrio rojo de Melbourne, evolucionó hasta convertirse en un lugar bohemio, hogar de todo tipo de artistas, por lo que hoy en día sigue destilando un ambiente alternativo. Llaman la atención sus edificaciones, como por ejemplo las mansiones victorianas, sus callejuelas y sus pubs. Es en esta zona donde pasamos más tiempo en Melbourne, ya que teníamos aquí el hotel y nos pareció un barrio muy pintoresco y alejado del ambiente de gran ciudad ejecutiva del centro financiero.
Jardín Botánico de St. Kilda (St. Kilda Botanical Gardens)
Aunque no tiene nada de particular y cuando nosotros fuimos estaba en obras, es un lugar agradable para pasear y alejarse del ajetreo de la ciudad. A este lugar suelen ir familias con niños para jugar un rato o simplemente a tumbarse sobre la hierba. Nosotros íbamos a la búsqueda de algún pósum despistado, pero nada, sin suerte…
Luna Park
El Luna Park es un peculiar parque de atracciones que lleva abierto desde 1912 y que tiene una inquietante cara sonriente que engulle a los visitantes. Conserva su estilo de parque de atracciones de otra época y diversas atracciones entre las que se encuentran un tren o un tiovivo. No pudimos entrar porque en ese momento estaba cerrado, así que solo lo vimos desde fuera. Hay otro Luna Park en Sídney, al otro lado del Harbour Bridge.
✅ Puedes ver aquí nuestro post sobre qué ver en Sídney.
Paseo marítimo de St. Kilda

Lo que más llama la atención de este agradable paseo junto al mar es su muelle, pues tiene un estilo británico que me recordó mucho a pueblos como Bournemouth.
Al final del muelle, junto al kiosko, se pueden obtener unas incomparables panorámicas nocturnas del skyline de Melbourne. Aunque lo mejor del muelle se esconde un poco más, en el rompeolas: los pingüinos.
Pingüinos de St. Kilda

Había un acontecimiento que no queríamos perdernos por nada de mundo: la llegada de los pequeños pingüinos azules, que vuelven a casa después de una jornada en el mar. En el muelle de St. Kilda existe una pequeña colonia de estos simpáticos animalitos, que son los pingüinos más pequeños del mundo.
✅ El lugar por excelencia para verlos es Isla Phillip, un lugar famoso por el desfile de pingüinos.
Todos los días, tras la puesta de sol, los pingüinos regresan a sus nidos entre las rocas del rompeolas. Parte del muelle no tiene acceso al público, por lo que los pingüinos pueden disfrutar de la tranquilidad.
La parte que es accesible tiene una plataforma de madera con una valla para que la gente no pueda invadir el espacio de los pingüinos.

Y allí nos quedamos, esperando a que llegasen los animalillos. Hacía mucho frío, por lo que no pudimos evitar empezar a preguntarnos si iban a tardar mucho. Por suerte, los primeros empezaron a llegar nadando.
Cuando llegaban a la orilla, pasaban como una exhalación por debajo de la plataforma para instalarse en las rocas. En esta época del año todavía quedaba algún polluelo tardío esperando pacientemente por sus padres.

Los pingüinos empezaron a llegar, al igual que los turistas. Por fortuna, todos los días hay algún voluntario que se acerca para controlar que la gente no saque fotos con flash y que no se acerque demasiado, así como para explicar las particularidades de estos simpáticos habitantes de Melbourne.
Si queréis saber más sobre esta colonia de pingüinos azules, podéis consultar la página web de Earthcare St. Kilda, que se encarga de monitorizarlos y de vigilar a los visitantes.
A la vuelta pudimos disfrutar de unas impresionantes vistas nocturnas del skyline de Melbourne, con sus imponentes rascacielos.

Chinatown de Melbourne
Empezamos nuestra ruta en Chinatown, con su ambiente peculiar, sus restaurantes y las tiendas que venden todo tipo de objetos curiosos. Reconoceréis la zona al instante por sus arcos rojos y sus restaurantes asiáticos a uno y otro lado. Nosotros callejeamos arriba y abajo y entramos en alguna tienda para curiosear, donde nos atendieron genial. Para más información se puede consultar esta página web.
State Library Victoria

De ahí nos dirigimos a la State Library Victoria, la biblioteca pública más antigua de Australia y un edificio de esos que hay que visitar sin falta. La sala de lectura La Trobe, bajo la cúpula, con sus mesas antiguas colocadas de forma simétrica, se aprecia mejor desde los pisos superiores. En las otras plantas hay una variedad de exposiciones interesantes que se pueden recorrer con calma. Tenéis más información en su web.
Estación Melbourne Central
Tras visitar la State Library Victoria nos dirigimos a la Estación Melbourne Central, o Melbourne Central Shopping Centre, que además de ser el principal punto de conexión del transporte de Melbourne, es un enorme centro comercial de varias plantas. En el interior de la enorme cúpula de cristal se sitúa la Coop’s Shot Tower, una torre de 1888 que se conservó dentro de la estructura del centro comercial.

Centro de Melbourne: otros lugares de interés
Por falta de tiempo no pudimos visitar nada más, aunque también merece la pena acercarse al ayuntamiento de Melbourne, a la plaza Federation Square o a Flinders Street Station, entre otros lugares.
Cómo llegar a Melbourne
En Melbourne hay varios aeropuertos: el de Melbourne, el de Avalon y el de Essendon. La gran mayoría de vuelos nacionales e internacionales llegan al Aeropuerto de Melbourne. Melbourne cuenta con conexiones nacionales a muchos puntos de Australia e internacionales a través de diversas aerolíneas.
Nosotros llegamos a Melbourne en vuelo nacional y partimos de allí rumbo a España. Para los que prefieran desplazarse por Australia por tierra, existen también opciones de autobuses y trenes que comunican Melbourne, e incluso conexión por barco a Tasmania.
✅ Consulta aquí nuestro post con consejos para organizar un viaje a Australia.
Cómo ir del aeropuerto de Melbourne al centro o a St. Kilda
Para ir y volver del aeropuerto utilizamos el servicio de autobuses SkyBus. Ya dentro de la propia terminal hay máquinas en las que adquirir los billetes. Si compras ida y vuelta, sale más económico. Hay servicio de SkyBus a distintas partes y aeropuertos de Melbourne, por lo que es importante no confundirse a la hora de adquirir el billete. En la página web se pueden consultar tarifas, horarios y paradas.
Cómo utilizar el transporte público de Melbourne
Para emplear el transporte público hay que adquirir una tarjeta myki. Se puede adquirir en los 7eleven. El uso de la tarjeta myki es un poco enrevesado, puesto que dependiendo del método de transporte hay que acercarla al lector solo al subir, o al subir y al bajar. En la página web se puede consultar información sobre cómo usarla en cada medio de transporte, dónde adquirirla, cómo funciona, etc.
En el centro de la ciudad existe una zona de transporte gratuito en tranvía (Free Tram Zone) para la que no hace falta utilizar la tarjeta. Esta zona está señalizada en las paradas pertinentes.
Dónde dormir en Melbourne
El alojamiento es, en general, caro. Aunque hay todo tipo de alojamientos en muchas zonas de la ciudad, incluido el centro, nosotros optamos por alojarnos en un albergue en St. Kilda, el Summer House Melbourne Backpackers, y a continuación desplazarnos en transporte público.
En St. Kilda encontramos también bastante opción para comer y no tuvimos demasiado problema para aparcar el coche en la zona del jardín botánico. En el centro de la ciudad, aparcar puede ser una odisea y acarrear alguna que otra multa.
Alquilar un coche en Melbourne
Existen diversas empresas que ofrecen vehículos en Melbourne, la mayoría de ellas con oficinas en el aeropuerto o en el centro financiero. Conducir en Melbourne es complicado, ya que hay que compartir la calzada con los tranvías, y además hay giros en grandes avenidas que hay que hacer siguiendo unas señalizaciones concretas, por lo que nosotros aconsejamos tratar de evitar el centro de la ciudad con el coche.
Qué ver en los alrededores de Melbourne
Great Ocean Road
Sin duda, una de las rutas costeras más famosas del mundo y la más popular de Australia. Los 12 Apóstoles son solo uno de los múltiples atractivos de esta carretera que discurre por Victoria. Puedes recorrerla en una excursión como esta.
Isla Phillip
Si os habéis que dado con ganas de ver más pingüinos, las isla Phillip es vuestro lugar ideal. Aquí se produce cada noche la llegada de una larga hilera de pingüinos y se ha instalado una infraestructura para su observación.
Yacimientos de oro
Sí, habéis leído bien. En la región de Victoria es posible apuntarse a un circuito en el que conocer todo sobre la extracción de oro, e incluso adquirir un permiso minero para probar suerte.
¿Te ha gustado nuestro post sobre qué ver en Melbourne? ¿Has visitado esta ciudad? ¿Qué te ha parecido? Puedes dejárnoslo en comentarios.
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